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Otro año, otro color en el arcoíris.

Nunca me han gustado las resoluciones.

Siempre me han gustado los nuevos comienzos.

¿Recuerdas cómo los nuevos útiles escolares te hacían sentir que todo era posible? ¿Afrontas tu limpieza de primavera anual con una mezcla de resignación y una ilusión secreta?

A los seres humanos les encanta empezar de nuevo.

Este poco de psicología ayuda a explicar por qué los propósitos de Año Nuevo son tan populares. Uno Estudio Describe el «efecto del nuevo comienzo». Los investigadores descubrieron que lanzar un proyecto en una fecha importante aumenta notablemente las probabilidades de éxito.

El día de Año Nuevo siempre ha sido una excelente opción para empezar de cero. El 1/1 es una fecha fácil de conservar. Sin embargo, en última instancia, la fecha solo importa porque marca claramente la separación entre el año viejo y el nuevo; entre tu "viejo" y tu "nuevo" yo.

Podemos pintar un cuadro completamente nuevo.

Aquí es donde me rebelo contra el concepto de los propósitos. Primero, requieren mucha fuerza de voluntad y Ya sabemos que es un recurso finito.

Y lo más importante, suelo empezar cada Año Nuevo con la sensación de haber llegado al final del día, la semana y el mes anterior. Quiero mantener ese impulso, no detenerlo.

Aun así, no soporto que la línea tan significativa entre el 31 de diciembre y el 1 de enero se difumine en un día más. Incluso sin prometer leer diez libros nuevos ni dejar los refrescos light, quiero sentir que me acerco a algo desconocido y emocionante.

Después de años de irme de las fiestas después de que cayeran las bolas, sintiéndome vagamente frustrado, finalmente encontré la metáfora de lo que significa el Año Nuevo para mí.

Añadiendo más colores

Si la vida es una acuarela, el toque de medianoche que separa este miércoles del jueves es cuando sumergiré mi pincel en un turquesa brillante. El nuevo color debería añadir un hermoso toque de luz al púrpura real del año pasado y realzar el amarillo dorado del año anterior.

Solo tomé una clase de arte en la preparatoria, pero recuerdo que mi profesor decía que donde la oscuridad y la luz se encuentran es donde el arte captura la vida. La magia surge cuando permites que las cosas se superpongan.

Porque sí, las páginas en blanco son inspiradoras.

Y sí, es innegablemente emocionante desenroscar la tapa de un tubo de pintura que nunca se ha utilizado.

Pero lo que realmente me encanta es ver cómo los colores de cada año se mezclan y evolucionan. Cuando tengo el valor de dejar que se mezclen, aunque sea por un instante, suelen transformarse en algo mejor de lo que jamás hubiera imaginado.

Y, si en cambio se convierten en una mancha… Bueno, siempre queda el año 2016.

Por tu arcoíris personal. ¡Feliz Año Nuevo!

– Jennie Saia, editora colaboradora

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