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Cuidado de la salud 101: Cuatro maneras en que una mamá puede mimarse

La rutina de regreso a clases puede ser la más difícil para las mamás.* Ya preparaste a los niños para el nuevo año escolar, organizaste compras de ropa y útiles, hiciste listas y las revisaste dos veces para asegurarte de que todo y todos estuvieran listos para el primer timbre. ¿Qué tal un poco de alivio para ti, la "supermamá" que lo gestiona todo? Considera cuatro maneras de consentirte para evitar la tristeza del regreso a clases.

Únase a un club de lectura digital

¿Cuánto tiempo pasas esperando? Esperas en el coche a que los niños salgan del colegio. Haces fila para recogerlos. Esperas de nuevo mientras hacen la tarea. ¿Por qué no aprovechar esa espera para leer un buen libro?

Si no puedes incluir un club de lectura tradicional en tu agenda, una suscripción digital a un club de ebooks o una membresía a un servicio de audiolibros podrían ayudarte a aprovechar al máximo la espera. Puedes leer mientras vas en el coche, leer un capítulo mientras te relajas en la bañera o escaparte a otro mundo mientras esperas durante el entrenamiento de fútbol. 

Ejercicio en el coche

Contraer y relajar los músculos clave a demanda es una técnica milenaria para aliviar el estrés que puedes practicar en el coche. Convierte en un juego contraer silenciosamente los músculos específicos en cada semáforo. Por ejemplo, los lunes podrían ser tu día de piernas (los miércoles podrían ser tu día de brazos, y así sucesivamente), así que mientras llevas a los niños al colegio, contrae las pantorrillas y mantén la tensión hasta que cambie el semáforo. Repite el ejercicio en cada semáforo y aprovecha el tiempo conduciendo para relajarte de forma natural.

Encuentra esa cosa que amas

Haz la primera hora después de que los niños estén en la escuela. Tu Tiempo para hacer algo que te guste. Quizás sea tu hora en el gimnasio o un baño caliente y relajante (¿te apetece una burbuja?). También puedes aprovechar esa hora para tomar un café y leer el periódico en tu cafetería local o para tomar una clase online y desafiarte. Encuentra esa cosa que te encanta hacer pero para la que nunca tienes tiempo, y hazla en esa primera hora "libre". ¡Es tu tiempo, así que aprovéchalo!

Tómate un día libre

Ser mamá es un trabajo de tiempo completo que rara vez incluye tiempo libre, a menos que lo planees. Haz un pacto con tu familia para que te den un día libre programado regularmente. Puede ser una vez a la semana, dos veces al mes o incluso una vez al mes; tú estableces el horario, pero asegúrate de que lo cumplan. Es tu momento para consentirte. Esto significará cosas diferentes para cada mamá; tú decides qué quieres hacer ese día. Algunas ideas:

  • Una cita nocturna con tu persona especial

  • Deje que los niños le preparen el desayuno en la cama (supervisado por papá u otro miembro adulto de la familia)

  • Pasa la tarde tumbado en una hamaca durmiendo la siesta.

  • Tómate un tiempo lejos de la familia haciendo lo que quieras.

Las mamás tienen trabajos estresantes, sobre todo cuando empiezan las clases. Desde preparar 100 cupcakes en la noche hasta volver a aprender matemáticas, ¡tienes muchísimas cosas por hacer! Aprende a relajarte aprovechando al máximo. Tu tiempo y aprovecha al máximo tu vida como mamá.

*También puede ser difícil para los papás: estos consejos también se aplican a todas ¡de ti!

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