Cómo evitar lesiones durante el ejercicio después de los 40
16 Julio 2018

Para muchas personas, cumplir 40 años es un hito. Si bien cumplir 40 años puede impulsar un renovado esfuerzo por ponerse en forma y hacer ejercicio, también puede provocar lesiones que son contraproducentes para esos objetivos. Estas lesiones, dolores y molestias pueden dificultar aún más mantenerse en forma a medida que envejecemos. A veces, estar en forma simplemente significa mantenerse funcional a través de las rutinas y exigencias diarias. Entonces, ¿qué es...?aptitud funcional? "
¿Qué cambia a medida que envejecemos?
Mantener el cuerpo sano, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mantener la mente ágil son beneficios bien conocidos de estar en forma. Pero a medida que envejecemos, esas tareas cotidianas pueden volverse más desafiantes. En muchos casos, estas dificultades son tan graduales que puede ser difícil aislarlas. Actividades como jugar con el perro, perseguir a los nietos o cargar una cesta de ropa del dormitorio a la lavandería pueden agotarnos más fácilmente que hace unos años. Mantenernos activos, incluso con un trabajo suave y constante, nos preparará para un futuro mejor. futuro funcional a largo plazo.
Fitness funcional vs. ejercicio regular
Muchos programas de ejercicio y gimnasios adoptan una actitud de "sin dolor no hay ganancia", y eso a veces excluye a quienes solo buscan sentirse más activos y capaces día a día. Esto significa, por ejemplo, sentirse más cómodos haciendo tareas de jardinería o estando de pie durante largos periodos. A veces se agotan por intentar mantener una rutina de ejercicio intensa, o tal vez sienten más dolor (en lugar de menos) como resultado del ejercicio. El "fitness funcional" se centra en reducir las lesiones y adaptar los ejercicios básicos a tus necesidades específicas.
Aptitud funcional Es proactivo en su acondicionamiento: se centra en mantener y desarrollar la fuerza y la masa muscular con el objetivo de facilitar tareas cotidianas como abrir frascos y puertas de coches. También puede mejorar el equilibrio, reduciendo así la posibilidad de problemas al caminar y el riesgo de caídas.
El ejercicio funcional puede incluso ayudar a reducir los efectos de la artritis en caderas, manos y/o rodillas. Esto puede facilitarle bañarse, conducir y caminar. A medida que los músculos envejecen, pueden perder flexibilidad y sentirse rígidos. Rigidez articular También es común con la edad. Esto puede dificultarle alcanzar un mueble y coger un vaso, o incluso girar la cabeza para salir de la entrada.
Prevención de lesiones
Es importante elegir ejercicios que imiten las actividades que realiza a diario, como hacer sentadillas, trepar, empujar, jalar y alcanzar objetos. Los ejercicios adecuados también ayudarán a que sus músculos aprendan a trabajar en conjunto. Aunque probablemente pueda elaborar un plan de ejercicios por su cuenta, considere pedirle a su profesional de la salud que lo derive a un fisioterapeuta.
Como profesional capacitado, un fisioterapeuta puede evaluar tu nivel de condición física actual y crear un programa de ejercicios diseñado para satisfacer tus necesidades y objetivos. Otras opciones para incorporar el fitness funcional a tu rutina son las clases grupales. Estas son especialmente adecuadas si ya estás en buena forma y buscas un enfoque proactivo. Los centros para personas mayores, los gimnasios y las YMCA son solo algunos lugares que ofrecen este tipo de clases.
Si tiene dolor muscular, dolor en las articulaciones o cualquier malestar molesto, visite a un profesional de la salud en Atención de urgencias CareSpot .